domingo, 12 de abril de 2015




Uso de un desfibrilador externo semi-automático 

Este documento contiene información sobre el uso de un desfibrilador externo semiautomático (DESA) por personas ajenas al mundo sanitario, primeros intervinientes o profesionales sanitarios fuera de un entorno sanitario. La terminología DEA o DESA es equivalente; siendo la mayoría de los equipos que se utilizan en la actualidad semiautomáticos.
Introducción El paro cardíaco súbito es la principal causa de muerte en Europa, afectando aproximadamente a 700000 personas cada año. Muchas de las víctimas del paro cardíaco súbito pueden sobrevivir si los testigos actúan de forma inmediata. La única forma de tratar eficazmente el paro cardíaco súbito o muerte súbita cardíaca producida por una Fibrilación Ventricular, es mediante un choque eléctrico administrado por un desfibrilador.
 El desfibrilador impulsa una corriente eléctrica a través del corazón aplicándola mediante unos electrodos situados en el tórax de la víctima. La Fibrilación Ventricular consiste en una actividad caótica del corazón sin latido cardíaco eficaz y la administración del choque eléctrico o desfibrilación restablece un ritmo cardíaco normal y un latido eficaz. Si no se actúa con prontitud en estos casos, las posibilidades de recuperación serán muy bajas. Está ampliamente demostrado que la desfibrilación es el único tratamiento efectivo de un paro cardíaco súbito causado por Fibrilación Ventricular o Taquicardia Ventricular sin pulso. La evidencia científica indica que la Desfibrilación Temprana es determinante en la recuperación de la víctima. Las posibilidades de conseguir una desfibrilación exitosa se reducen un 10% por cada minuto que se retrase la misma. Esta desfibrilación puede aplicarse de manera eficaz con un DESA. La aplicación de las maniobras Resucitación Cardiopulmonar (RCP) Básica, aunque no es un tratamiento definitivo, puede ayudar a mantener a la víctima en las mejores condiciones para que pueda ser revertido posteriormente el paro cardíaco causado por Fibrilación Ventricular o Taquicardia Ventricular sin pulso. ¿Qué es un DESA? Es un dispositivo portátil utilizado para estimular eléctricamente un corazón que está en Fibrilación Ventricular. Al utilizar un DESA se hacen pasar fuertes choques eléctricos entre los parches situados en el pecho del paciente. Se pueden encontrar instalados en diferentes lugares como edificios administrativos, gimnasios, aeropuertos, estaciones de metro o ferrocarril y se encontrará debidamente señalizada su presencia mediante el signo que se muestra en la Figura 1. La mayoría disponen de tres simples botones o pasos. 1 encendido, 2 análisis del ritmo cardíaco, 3 descarga o choque eléctrico (Figuras 2, 3 y 4).

figura 1

Resultado de imagen de desfibrilador semiautomatico figura 2 y 3

Resultado de imagen de desfibrilador semiautomatico  figura 4

Tipos de DESA
Los DESA son dispositivos computerizados, fiables y seguros que liberan una descarga
eléctrica a las víctimas de un paro cardíaco súbito. Utilizan mensajes visuales y verbales
para guiar la actuación de los resucitadores y son adecuados para su utilización por
personas ajenas al mundo sanitario o profesionales sanitarios. Algunos disponen de una
pantalla donde se puede visualizar el ritmo cardíaco y los mensajes visuales (Figura 2).
Existen dos tipos de equipos. La mayor parte son semiautomáticos, esto es que para liberar
la descarga eléctrica y tras recomendar la misma debe ser el reanimador quien con la
presión de un botón realiza la descarga. Existen algunos totalmente automáticos en los que
la descarga se produce sin precisar la intervención del resucitador

Programas de acceso público a la desfibrilación
El acceso público a la desfibrilación (APD) y los programas DESA de primera respuesta
pueden aumentar el número de víctimas que reciben RCP por los testigos y una
desfibrilación precoz, mejorando así la supervivencia del paro cardíaco súbito
extrahospitalario. Estos programas requieren una respuesta organizada y practicada, con
reanimadores formados y equipados para reconocer emergencias, activar el Servicio de
Emergencias Médicas, practicar una RCP y utilizar el DESA.
Los programas de acceso público a la desfibrilación tienen muchas probabilidades de elevar
la tasa de supervivencia a una parada cardiaca si se implantan en lugares donde es
probable que se produzcan paradas cardiacas con testigos. Los sitios más adecuados son
aquellos lugares donde se pueda producir una parada cardiaca con una probabilidad de al
menos una cada 2 años (por ejemplo, aeropuertos, estaciones de tren o metro, casinos,
instalaciones deportivas, gimnasios, etc). Aproximadamente un 80% de las paradas
cardíacas no hospitalarias tienen lugar en instalaciones privadas o zonas residenciales; este
hecho limita, de forma inevitable, el impacto general de los programas APD en las tasas de
supervivencia. No hay estudios que documenten la efectividad de disponer y utilizar un
DESA en casa.

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